Control Obrero en Proarepa avanza
La reestructuración iniciada hace poco menos de siete meses en las empresas Proarepa y Pronutricos, recuperadas por el Estado venezolano, comienza a mostrar la consolidación con el Control Obrero, como nuevo modelo de gestión, basado en la participación y protagonismo de los trabajadores, la socialización verdadera de los medios de producción y la nueva relación social de la Unidad de Producción con la comunidad.
Así fue afirmado por los trabajadores de estos centros agroindustriales quienes además sostienen que “en estos puntos estratégicos para la soberanía alimentaria, la organización obrera se reviste de una suprema importancia, ya que sobrepone la cristalización de un sistema socio-productivo, político y cultural que desmorona los antiguos paradigmas de la relación patrón-obrero y plantea la horizontalidad en el trabajo y en particular en la toma de decisiones referentes a la operatividad y administración de la empresa”
Actualmente, Proarepa y Pronutricos cuentan con el Consejo Socialista de Trabajadores y Trabajadoras, estructura organizativa elegida democráticamente por cada uno de los integrantes del colectivo obrero, la cual está compuesta por un vocero o vocera de cada una de las áreas operativas y administrativas de las referidas unidades de producción, de acuerdo a los testimonios recabados.
Esta instancia se encarga de fungir como un espacio de participación y tomas de decisiones; diseño de políticas y soluciones; diagnóstico y todo lo que atañe el óptimo funcionamiento de las Empresas; orientado por un sentido social y alejado de los criterios capitalistas.
Trabajadores al frente
Karla Rodríguez, vocera del área de Administración de Proarepa, al dar testimonio de su experiencia dentro de lo que significa el empuje hacia un nuevo modelo de gestión, aseguró que “es de suma importancia que los trabajadores y trabajadoras de las empresa asuman otros roles y ahora existen las condiciones para concretar este avance y mucho mejor, las oportunidades están dadas”.
“Trabajadores y trabajadoras estamos integrados en pro de buscar soluciones a las debilidades que podamos tener como unidad de producción, pero más allá estamos diseñando políticas orientadas al beneficio social”, resaltó.
Entre las novedades enumeradas por Rodríguez, mencionó la elección de los voceros por turno, acción que permitirá compartir las responsabilidades del área, además de que se abre el compás para la verdadera participación de los trabajadores.
“Anteriormente los supervisores eran seleccionados por la alta gerencia y jefes de la empresa. Ahora, existe otra realidad, pues somos nosotros mismos quienes postulamos y por medio de la asamblea elegimos a los compañeros, tomando en cuenta el desempeño del trabajador y las capacidades que le ha otorgado la experiencia en el área”, agregó la vocera de Administración.
Por su parte, Asdrúbal Chávez, vocero del Departamento de Mantenimiento Mecánico, con 7 años de experiencia dentro de Proarepa, aseguró que “ahora si hay verdadera integración de los trabajadores, lo cual antes no existía y ahora realmente si somos partícipes de la solución de los problemas y mejoras de la planta”.
Reseñó que su elección se realizó de manera democrática, a través de una asamblea de trabajadores del sector en el que se desenvuelve, y se eligió al vocero principal y al suplente.
“Ahora nos sentimos tomados en cuenta. Antes para subir a las oficinas de las gerencias o de la parte administrativa era casi imposible. Hoy en día no sólo accedemos a esos sitios, sino que tenemos voz y votos en las decisiones de la empresa, es decir, estamos ejerciendo el control obrero”, añadió.
Control Obrero
El control obrero significa justamente eso: control obrero; sin más vericuetos ni adjetivos rebuscados, pues no es otra cosa que la administración total de todos los procesos llevados a cabo dentro de la unidad de producción, para garantizar la soberanía alimentaria de la nación, tal como lo señalan los trabajadores.
Por consiguiente, el poder proletario trasciende a todos los ámbitos de acción de la Empresa, quedando a merced de la decisión de la masa laboral, quiénes serán voceros y hasta los supervisores de áreas.
El caso de Miguel Ysola es un ejemplo del planteamiento presentado, pues en seis años que tiene en Proarepa, nunca se imaginó llegar a ser Supervisor de Empaque, ya que antes de la intervención de la empresa, esos ascensos eran dictaminados por los altos gerentes o dueños, sin consultar con el personal.
“Mis compañeros hicieron una elección popular y me otorgaron la responsabilidad. Antes todo esto era a dedos y traían personal nuevo y de otros sitios, pero ahora es distinto por las oportunidades que nos da el Gobierno de ser protagonistas de la empresa en la que trabajamos y que nos pertenece”, agregó Ysola.
Entre los cambios en la actitud de los trabajadores (ahora que participan realmente), enumerados por Miguel Ysola, está el sentido de pertenencia del colectivo trabajador, la disposición de cumplir con las tareas y responsabilidades propias para el funcionamiento efectivo de la unidad de agroindustrial “y todo esto es producto del control que sienten sobre esta fábrica”.
Por otra parte, vale mencionar el apoyo que la organización sindical de Proarepa ha brindado a este proceso de conformación del control obrero.
Alejandro Escalona, miembro del sindicato Sintrapronutricos, refirió que “al principio como es normal en todo cambio, hubo algo de escepticismo, ya que estábamos acostumbrados a trabajar mecánicamente, sin conocer para quien ni a donde iban a parar las ganancias y ni siquiera para quien era la producción”.
En síntesis, la socialización de los medios de producción ha permitido la elevación progresiva de los niveles de conciencia de la clase trabajadora, la cual ahora orienta sus esfuerzos en función de metas comunes, humanas y colectivas, y más allá existe una interacción con las comunidades para que el progreso integral pueda ser concretado.
