Tal como estuvo previsto luego del encuentro sostenido por los trabajadores y trabajadoras de Pronutricos con los miembros de la junta interventora de esta planta, se realizó una asamblea general en Proarepa, agroindustria ubicada en Agua Blanca, estado Portuguesa, donde se dio a conocer el balance productivo y administrativo arrojado por la empresa durante el año 2010.
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| Se puso de manifiesto la importancia del colectivo obrero para el impulso de la economía de la nación |
El actual responsable de las mencionadas empresas en proceso de recuperación, Rafael Rodríguez, señaló en la memoria y cuenta que las utilidades brutas en venta sobrepasaron los Bsf. 40 millones, importante cifra considerando la desinversión a la que fue sometida Proarepa desde años antes de ser intervenida por el Estado venezolano.
Al igual que en Pronutricos, de las utilidades brutas en venta de Proarepa hubo la deducción correspondiente a gastos operativos, administrativos, de comercialización, entre otros –normales de la planta- resultando unas ganancias por encima de BsF. 13, 6 millones.
“Esta es la prueba fehaciente de que Proarepa y Pronutricos, están produciendo, autosustentándose pese a los diversos problemas dejados por (Ricardo) Fernández Barruerco en estas agroindustrias y la campaña negativa emprendida por ciertos sectores políticos en contra de las acciones de protección alimentaria asumida por el Gobierno”, recalcó Rodríguez, delante la multitudinaria asamblea de trabajadores.
Asimismo, señaló que durante el año pasado la referida planta produjo un promedio mensual de 4, 6 toneladas de harina de maíz, “gracias al esfuerzo permanente del movimiento proletario, colectivo que honramos con el cumplimiento de las cláusulas estipuladas en el contrato colectivo”, acertó.
En Proarepa se está diseñando, conjuntamente con los trabajadores y trabajadoras –explicó Rodríguez- un plan de compras programadas y la reapertura de la caja chica, a fin de solventar paulatinamente contratiempos que coloquen en riesgo la producción y la propia seguridad del personal que allí labora.
“Hemos avanzado tanto en lo económico como en lo social, pues ahora estas unidades de producción (Pronutricos y Proarepa) están abriendo sus puertas a las comunidades aledañas y estamos empeñados en convertirnos en palanca para el desarrollo productivo de las localidades colindantes con estas plantas”, afirmó.
Mencionó entre otros avances, la distribución del remanente de maíz a precios accesibles para beneficio de los productores y productoras de la zona, al tiempo que aseguró proponer algunos ajustes para dar mayor facilidad a los trabajadores pecuarios de obtener el subproducto para sus ganados.
Al concluir la memoria y cuenta, reiteró el llamado a los trabajadores y trabajadoras para que continúen fortaleciendo la organización, en función de la construcción del control obrero, como fundamento y principio para la transformación de la sociedad en una con más justicia e igualdad.
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